La iglesia de la Inmaculada Concepción data del siglo XVII. Cuenta con algunas imágenes de entre las que cabe destacar una escultura en madera, que representa la escena de la pasión de Jesús llevando la cruz (Nazareno), de época difícil de determinar por abundancia de repintes. Fue la única talla que se libró de la quema durante la guerra civil. La imagen de la Virgen del Carmen es una talla de especial interés tanto por su calidad artística como por su valor histórico. Dicha imagen es una Virgen de vestir que puede datar del siglo XVI y que conserva sus ropajes originales. Arquitectura. Presenta una planta rectangular cubierta con una tosca armadura moderna. Arrimada a la cabecera se encuenra la sacrístia y la torre. Ésta última tiene planta cuadrada, un vano con arco de medio punto en cada lateral del campanario y tejado a cuatro aguas. Los muros son de ladrillo y cajones de manpostería y todo el exterior aparece encalado. A los pies presenta una sencilla portada enmarcada por pilastras, con cornisa y puerta de arco de medio punto. En el interior destaca la capilla mayor, cubierta por bóveda vaída.
Pese a todos los avatares sufridos, la iglesia parroquial Nª Sª del Rosario de Rubite guarda algunos testimonios del patrimonio artístico que tue atesorado a lo largo de su historia, como una imagen de la Virgen del Carmen y otra del Nazareno, ambas de candelero, que deben datar de los siglos XVIII-XIX. Entre las piezas labradas en piedra, además de la taza de la pila bautismal, también se conserva la taza de aguamanil "de piedra jaspe, labrada y bruñida" que, en 1767, hizo Pedro de Arévalo González, probablemente en piedra de Lanjarón. En cuanto a la orfebrería, se conserva un portapaz de metal fechado en 1777, obra de Nicolasa González, pero, sobre todo, queremos destacar una bella custodia y un incensiario que el platero granadino Fabián González de Almazán realizó en 1777 y 1781, respectivamente. Estas piezas y el edificio que las alberga, junto con los libros sacramentales conservados desde el último tercio del siglo XIX, constituyen un excepcional legado cultural que es patrimonio de todos los rubiteños.